¿La batería del móvil te dura poco?

La mayoría de la gente utiliza sus smartphones durante todo el día. Sin embargo, el problema es que, incluso con un uso limitado, hay pocos móviles que puedan acompañarte hasta medianoche con una sola carga sin quedarse sin batería.

Con el precio de los modelos de gama alta alcanzando fácilmente los mil euros, uno se inclinaría a pensar que los fabricantes habrían encontrado la manera de hacer que el smartphone durase todo el día sin problemas.

Por desgracia, la mayoría de los móviles están equipados con baterías de idéntica capacidad que los modelos anteriores.

Estas son las razones por las que la batería de tu móvil no puede durar un día entero sin estar enchufado para recargarse.

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1) A mayor potencia, mayor consumo

¿Por qué no ha mejorado la duración de la batería con el paso del tiempo? La respuesta sencilla es que los smartphones actuales consumen más energía. Tomemos como ejemplo la gama Note de Samsung. Estos teléfonos se ponen como ejemplo por la excepcional duración de la batería que emplean. Lástima, sin embargo, que poco haya cambiado desde el lanzamiento del primer Galaxy Note.

En 2011, Samsung lanzó el Galaxy Note con una batería de 2500 mAh que duraba aproximadamente un día, dependiendo del uso, claro. La versión más reciente del teléfono, el Galaxy Note 9, tiene una batería de 4000 mAh. Cabría esperar un 60% más de duración de la batería, pero en la práctica no es así.

El Galaxy Note 9 tiene una pantalla AMOLED mucho más grande, brillante y de alta resolución. Además, tiene un procesador mucho más rápido, gráficos más potentes y más RAM. La gran pantalla es el principal impulsor del consumo de batería.

Además, nuestros teléfonos ejecutan cada vez más aplicaciones en segundo plano. Y aunque esto significa que recibimos las notificaciones a tiempo y nuestras fotos se sincronizan automáticamente en la nube, nuestros dispositivos consumen cada vez más energía.

Y eso no es todo: prueba a sumar todas las formas de conectividad que están activas al unísono en cualquier momento del día, como 4G, Wi-Fi, Bluetooth y NFC, y te harás una idea del impacto que esto puede tener en la batería.

Los fabricantes han incluido varias funciones de ahorro de energía. Algunos dispositivos tienen resoluciones de pantalla ajustables para reducir el número de píxeles a mostrar. Sin embargo, no cabe duda de que cuanto más potente es un dispositivo, más energía consume.

2) Teléfonos móviles cada vez más finos

Los teléfonos inteligentes son cada vez más delgados con el paso del tiempo. El iPhone en 2007 tenía 11,7 mm de grosor, hoy (con la versión XS) sólo 7,6.

Pero si los móviles son más delgados, cada vez hay menos espacio en su interior para los componentes. Y los fabricantes montan baterías cada vez más pequeñas. Todavía hay móviles con baterías de 5000 mAh, pero suelen ser más gruesos y grandes que un modelo típico de gama alta. Y con las tendencias estéticas actuales, es poco probable que se vuelvan a introducir móviles «grandes» a corto plazo.

3) Baterías y velocidad de carga

Otra de las razones por las que la batería dura tan poco es porque los fabricantes no tienen interés en mejorarla.

Hoy en día, si te has fijado, se presta más atención a la velocidad de carga y a la carga inalámbrica, en lugar de centrarse en la capacidad de la propia batería.

Por lo tanto, en lugar de ofrecer baterías de gran capacidad, las empresas pueden ofrecer dispositivos que mejoren el proceso de carga. Típico es el caso de Apple, que vende (por separado) un dispositivo de carga rápida y carcasas de batería que pueden alargar la vida útil de la batería del iPhone.

4) Deterioro con el tiempo

Si tienes un smartphone desde hace más de dos años, ya sabrás que las baterías de iones de litio se desgastan con el tiempo. Aunque son recargables, conservan su capacidad máxima durante un número limitado de ciclos. Las baterías modernas duran, de media, entre uno y tres años (dependiendo, claro está, del uso que se haga de ellas).

Este era un problema relativo en los primeros dispositivos Android. En los móviles antiguos, bastaba con desmontar el panel trasero y comprar una batería de repuesto al fabricante oficial o a un tercero.

Hoy, sin embargo, el consumidor tiene que ir directamente al fabricante si realmente quiere conseguir una batería nueva.